El profesor de filosofía política en Harvard Michael J. Sandel, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales señala
La pandemia ha puesto de manifiesto hasta qué punto cuatro décadas de desigualdad creciente han deteriorado los lazos sociales. Pero, tal vez, al poner de relieve nuestra dependencia mutua, nos encamine hacia una nueva política del bien común.
La crisis social provocada por la pandemia revela una fragmentación social, advertida anteriormente por diferentes especialistas, en donde la desigualdad ha crecido durante cuarenta años de globalización neoliberal. Ha puesto también en evidencia una organización militar de la sociedad en la que los médicos y las enfermeras que reciben los bien merecidos aplausos, sino también en los empleados y los cajeros de los supermercados, los repartidores, los camioneros, los almacenistas, los policías y los bomberos, los agricultores y los cuidadores a domicilio, constituyen la infantería y una minoría privilegiada observa desde la retaguardia el despliegue de la fuerza que defiende la plaza.
También existe una organización de la ciudad que expresa esta fragmentación social, la infantería por un lado y los privilegiados por otro, en una castrametación urbana implícita y subyacente.
