Fotografía
Fernando Visedo
El espacio urbano del Arroyo de los Molinos en Alcalá del Valle nos remite a la formulación de Heráclito «Nada Es. Todo Fluye».
Esta provocación conceptual invoca el espíritu de recuperación de los elementos del cauce original. La vegetación dispar, la ribera húmeda, los senderos en los márgenes,…
La transformación del actual estado antropizado del cauce y de sus riberas alejadas del ciudadano, procuran cierta naturalización para ser un lugar más accesible, pero también más amable.
Convertir una vía de tráfico rodado en un espacio para acoger el desarrollo de actividad urbana de interés municipal y comarcal.
Los elementos que han orientado la actuación permiten recuperar al Arroyo de los Molinos y su centralidad perdida por una balaustrada que actuaba como una barrera.
El proyecto nace con el esfuerzo por aprovechar los materiales existentes a desmontar, incluyendo piedras naturales, respondiendo al principio del reciclado. La selección de nuevos materiales procedentes de las canteras cercanas profundiza en el carácter local. La elección de pavimentos descontaminantes aborda el principio ecológico. Pero sobre todo se profundiza en la participación de una población necesitada de expresar su identidad a través de su espacio público.